Y son peces hermosos que habitan tanto ríos como lagos nativos en todo el mundo. Se conocen por ser nadadores rápidos y tener escamas brillantes. ¿Alguna vez has pescado truchas?
Las granjas de cría de truchas son lugares especiales de crianza para los peces. Crían truchas jóvenes y las cuidan hasta que son lo suficientemente grandes para sobrevivir en la naturaleza. Se les acerca con ojos suplicantes al personal, que debe esforzarse mucho para proteger a las especies de truchas de aspectos como la contaminación, la sobrepesca y la pérdida de sus hábitats. Las granjas mantienen a las truchas jóvenes hasta que crecen lo suficiente para ser liberadas en ríos y lagos, asegurando así que haya peces para todos.
La gente adora salir a pescar durante su tiempo libre. Los criaderos de truchas también juegan un papel importante al asegurar que podamos pescar, de ahí su importancia. Esos peces sanos de los criaderos se sueltan en los ríos y lagos, dando a los pescadores recreativos una mayor posibilidad de atrapar un pez y crear recuerdos maravillosos mientras pescan. La pesca lleva a las personas al aire libre, ¿y qué podría ser mejor que conectar con la naturaleza y la belleza del exterior?
Las truchas criadas en criaderos requieren una planificación cuidadosa y mucho trabajo. Comienza con la recolección de huevos de truchas adultas hembras, seguida por la fertilización con esperma de truchas macho. Agua limpia rica en oxígeno se bombea a tanques especiales que albergan los huevos fertilizados hasta que emergen las crías tempranas — pequeños peces bebés. A las crías se les da comida especial y crecen más grandes y fuertes, día tras día. Cuando son juveniles, se colocan en tanques más grandes para nadar y moverse más. Cuando son lo suficientemente grandes, los peces son liberados para hacer su hogar en ríos y lagos.
Los criaderos de truchas tienen la importante tarea de surtir truchas en ríos y lagos. Esto ayuda a mantener poblaciones de peces saludables y equilibradas. Los criaderos prestan mucha atención a cuántos peces se liberan para evitar el sobrepoblamiento. A través de un surtido inteligente de peces, los criaderos mantienen un buen equilibrio de peces y donde vivirán.
Gran parte de lo que ocurre en las granjas de cría de truchas es conservación. Y crían y sueltan peces de manera responsable, con sensibilidad ambiental. Esto incluye el uso de agua limpia, el control de la calidad del agua y minimizar el impacto en los ecosistemas naturales. A través de prácticas de conservación, las granjas aseguran que las truchas estarán presentes en el futuro.
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