Hechos asombrosos sobre incubadoras y criaderos. ¿Te has preguntado alguna vez cómo nacen los polluelos o los patitos? Todo comienza con una incubadora. Una incubadora es un hogar especialmente diseñado para los huevos, para que permanezcan cálidos y cómodos hasta que es hora de romper la cáscara.
Es fascinante la eclosión en una incubadora. Los huevos, una vez acurrucados en la incubadora, entran en un mundo propio. La incubadora mantiene la temperatura y la humedad adecuadas para los huevos. Esto permite que las crías o patitos se desarrollen dentro. Tarda un poco en comenzar, pero después de un tiempo los huevos comienzan a romperse y emergen los pequeños peludos.
Configurar tu propio criadero no es una tarea difícil si conoces algunas cosas. Primero, elige un buen lugar para tu criadero. Debe ser un lugar luminoso y tranquilo, cálido, donde la incubadora pueda funcionar sin interrupciones. (También necesitarás el equipo adecuado, como una incubadora, girador de huevos y termómetro.)
Al operar una incubadora, uno de los factores más importantes a considerar es la temperatura y la humedad. Para que los huevos eclosionen correctamente, deben estar cálidos y húmedos. Pero si hace demasiado calor o demasiado frío, o si la humedad no es la adecuada, los huevos pueden no eclosionar en absoluto. Por eso es necesario verificar estos factores y hacer ajustes cuando sea necesario.
Algunos consejos para tener éxito con una incubadora. El primero es girar los huevos frecuentemente dentro de la incubadora. Esto permite que las crías o patitos se desarrollen correctamente y evita que se peguen a la cáscara del huevo. También debes mantener la incubadora limpia y libre de cualquier suciedad, lo cual puede dañar los huevos.
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